miércoles, 2 de febrero de 2022

Tótem de Piedra… el Conjurador y el Poeta

 

Tótem de Piedra… el Conjurador y el Poeta


Siento que esto es un engaño!!; me atrajiste hasta ti, con sueños y delirios de promesas, con escenario de lugares de sombrío misterio, con la voz de la princesa y la reina que seduce al soñador a probar un veneno…

 Y que he visto hasta ahora!...

 Solo la desesperanza, un reloj que no detiene su momento, edades que pasan y enfermedades que me atrapan, juventud extraviada entre pétalos que vuelan en estaciones como promesas que se extravían en sus razones…

 Te escuche cuando tu eco se perdía en el horizonte, y deje que tu voz de fuego se encendiera dentro de mí!!,

 Pero solo halle el vacío y la cordura de un necio por permanecer junto a ti,  volviéndome como los árboles que rodean este paramo. Arraigado a un pasado que nadie recuerda, cubierto con las mismas hojas que cubren todo a su alrededor, volviéndome un Tótem de piedra, escondido entre el ramal y las memorias proscritas… uno más junto a las piedras.

 Pero esta vez, todo terminara…

La vieja lengua de los dragones volverá a ser conjurada, llenara el reflejo de las miradas con fuego….

Una última tormenta para las ramas secas de este árbol que dormido yace muriendo…  incólume a tu deseo, me ocultaste de los bullicios y ruidos…

Para permanecer oculto de la inspiración del bruto y del cerdo.

De los corazones de hiena que ahora se deleitan saboreando la sangre de los que, con inocencia se perdieron en promesas y guías de maestros rotos.

 Pero esta vez, todo terminara…!

 Retumbad!, Retumbad!... Oíd viento del Este, respira el halito de los corazones, sostened en vuestra eternidad, el aliento de las valquirias y reten dentro de tu pensar el eterno eco que está por venir. Has respirar el aliento de muerte en sus cuerpos, mientras la vida se vuelva quietud y piedra en su sangre.

 

Retumbad!, Retumbad!... Oíd viento del Oeste, soplad por vuestros hijos caídos, por los silencios, por los rencores, que se arremolinan en el pensamiento del injusto, del calumniado, del que con ojos de fulgor fue degollado por la ira del rencor y el tormento.

Por el latido del corazón de lobo, que como tormenta aúlla en estruendos rayos mentales que encienden la más oscura de las noches…

 

Retumbad!, Retumbad!... Oíd viento del Norte, Girad!, Girad!,  sobre las piedras que adornan el sendero de los ciegos justos, crédulos de su propia mentira, servidores de sus fanatismos, bufones de la falsa luz de sus conciencias, arremolinad sus mentes, para que vuelvan una y otra vez a extraviar el camino, levantad polvo para que sus confusiones sean el eco de sus corazones…

 

Retumbad!, Retumbad!... Oíd viento del Sur, Aplastad las cabezas de estas hienas que con garras de asesino toman la inocencia y belleza de cuanto soplo de vida brote en su sendero. Haz que la tierra vuelva a la tierra, que sus bocas traguen el fango de sus almas proscritas. Haz que las aguas se agiten mientras ellos se devoran a sí mismos por sus deseos animales…

 

Retumba! Retumba!, que la piedra conjure a la piedra, que la quietud se quiebre, que la vibración vuelva en latidos sobre mis pies, que los tambores olvidados vuelvan a emitir sus ecos, que toda roca sobre roca se mueva al latir de tu corazón.

Haz que las arenas se levanten y que los etéreos espíritus vuelvan a danzar sobre las cortinas de grava y granito, que el tiempo mire con asombro, lo que los ojos no pueden ver por mortales, haz que la carne caiga sobre la tierra en jirones hasta que cubran la silueta con el color del Tártaro.

Que caigan locos hasta que se quiten sus propios ojos y que se arranquen sus propios oídos…

 Porque el conjurador ha llegado y la vieja lengua de los dragones se ha desatado, sobre este tiempo…

Porque me tenían oculto y capturado sobre un altar de piedra que ahora es, el único templo donde se puede observar a la muerte girar…

 

 

Entonces Oí algo que se acercaba del Norte…

Era como una estrella que fulgurante atravesaba las nubes, encendía todo lo que tocaba ni el aire se podía resistir a encenderse en llamas…

Hasta que antes de tocar el suelo.

Una fuerte luz estallo en mis ojos, como si el impacto de ser ella por sí misma una realidad, el mundo a su alrededor se colapse por la increíble vibración que su cuerpo emanaba.

Entonces levanto los brazos y de ellos con solo hacer un movimiento el estruendo que se había desatado termino en un silencio eterno.

Solo quedaron en el aire gotas de roció que livianas flotaban como detenidas en el tiempo…

Lentamente las aguas calmadas u dormidas volvían a su cauce y la brisa se desvanecía entre mis cabellos.

Sentí como su rostro se acercaba hasta encontrar mis ojos frente a los suyos, aunque no podía verlos solo la luz incandescente que me hacía llorar sin razón ni sentido.

 

Porque el conjurador ha recitado con voz de serpiente tan tremendos augurios?

Porque el poeta llora cuando la quietud le es adversa, como el mosquito en la impaciencia.

Porque el conjurador ha volcado su corazón sobre las inocentes brisas que refrescan la tranquilidad de una noche?

Porque el verseador clama como niño el abandono de una madre?

Porque el conjurador abusa de la mente para crear caos en escenarios que por eones permanecieron inamovibles?

Porque el hombre grita y vocifera sobre la justicia que él no oye ni entiende?

Porque el conjurador abusa de poderes que no le fueron otorgados a nadie, ni usados en ninguna parte?

Porque el hombre sabotea su propia miseria, llenando el sudor de su cuerpo con hiel de su enemigo interno?

 Las brisas van libres por el trayecto del tiempo, circulando entre dimensiones, impasibles, inconscientes del dolor ajeno, mudas formas de cobijar la inocencia de la conciencia más pura, quien eres para perturbarlas y ordenar sobre ellas?

Para dirigirlas y volcar odio en sus templanzas, para aprovechar la justicia y manipularla a tu egoísmo inconsciente y hediondo de tu autocompasión?...

 Si por mí fuera bastaría con quitarte de un soplo el halito que no te mereces.

Pero solo la misma vibración que un gusano de tierra describe la ignorancia que posees…

 Te humillas para ti y te vistes con el telar de los injustos adulando como un animal herido para confundir a los hombres, mientras tus mentiras tejen sórdidas historias de injusticia…

Debería de arrancarte la lengua para que no saliera de ti más ruido, del que agita un insecto al aletear sus alas al viento.

 Y aun en este paramo de soledad y tristeza te haces sentir a ti mismo como un señor en tierra extranjera.

Si ni la piel te pertenece, ni el corazón, ni el sonido, ni el latir, de lo que sea que se agite en ti…

 Volverás a la piedra donde estarás hasta que las mismas puedan hablar, aunque con ello te condenes a una eternidad.

Hasta que las montañas reciten el amanecer de los tiempos

Hasta que los guijarros canten como lo hacen las aves…

Hasta que aprendas a no usar la voz de dragón…

Hasta que escuches de ella, el verdadero canto que su estruendo produce, y no el dolor para el necio y el mezquino…

 

En un sueño pude ver la piedra y el resplandor que de ella salía.

Y aunque todo fuera solo una confusión sentí tu llamado, cuando así lo quisiste mencionar.

Aún lo recuerdo en mi mente…

Al despertar vi el tótem en pleno bosque, cubierto de ramas escondido del resto de las piedras, pero al tocar su superficie algo en mi lloró, y entendí porque las piedras aun no hablan, ni los guijarros cantan, aunque ellos no los oigan!!!...

 

No significa que no exista no es así?

 

 

                                                                                                          X W.M.

 

 

 

 

 

 

 

 

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