El Secreto
de la Duda
Me he
vuelto a ver en mi reflejo, buscando reconocer la imagen que en ella se retrata,
buscando algo que distinga…
Ese mundo
perdido, donde mi mente se refugia…
Un rasgo,
un detalle que revele el hilo del amo, que orquesta mi vida.
Un eco o
bullicio que aclame la pregunta que perturba mi pensamiento…
Algo en
los ojos que permita distinguir si mi fantasía es solo una ilusión de mi
cabeza, o una pesadilla que reinicia cada día, mientras las sensaciones se
vuelven vacías…
He tenido
la arrogancia de sentirme único y especial, en medio de las ideas banales que
el mundo dispone para los que duermen…
Y he
contemplado como me desvanezco en medio de ellos, al ser devorado por el vacío
de la ignorancia.
Del
olvidarme de mi mismo para causar vacuidad en mi vida…
Pero solo es
el silencio de esta realidad, la que se implosiona dentro de mi alma, como
dolor y soledad que hace que pierda el recuerdo de lo que soy, o lo que he sido…
Busco
respuestas sobre preguntas que aún no he formulado, pero que he pronunciado en
silencio, cuando la tristeza me toca en mi templanza de la rutina y el
conformismo…
Buscando entender,
he confundido todo lo que se, encerrando en recuerdos cada parte de mí, para
que cuando abra la puerta de ellos, sienta que al verlo de nuevo es otra forma
de volver a sentir inspiración.
Aunque reinicie
cada memoria de estos sentimientos, en todos los que pueda escoger y volver a
sentirlos como nuevos…
Pero me he
extraviado en el camino, y al ir husmeando mis propios secretos me he llenado
de miedo.
Al ver los
horrores que habitan en mi interior.
Y busco en
el reflejo de este espejo, poder ver sus rostros o acaso algo que los distinga
de su máscara de hipocresía, de su irrealidad, de mi propia mentira…
No sé si
logro distinguir la imagen que mis ojos observan, o es el necio que habita en mí,
que juega conmigo a confundir mi perturbado momento.
Pero he
sentido como a veces el velo de la fantasía, se desgarra y por unos breves
momentos, ver mi vida proyectada, como si pudiese oírla toda desde una imagen en
mi pensamiento…
Y aun así
existir, reaccionando a mí mismo, al que oculta, al que sonríe, al que adula,
al que cura…
Mi imagen
baila consigo misma cuando las emociones la cubren de su fantasía.
Aunque perdidas
digan siempre lo mismo de mí, aunque ocultando sus intenciones con una falsa
seguridad que me recuerda a algunas ironías que mis labios recuerdan al sonreír…
Cuál es el
propósito?...
Si no
pudiera recordarme a cada instante, que el reflejo, que mis ojos sienten es el
de mi rostro, no me reconocería en el exterior.
Porque cuando
me veo, me cuesta entender, Quien es ese?...
Es como
estar perdido cuando siento que soy yo el que se observa a sí mismo.
Hipócrita!,
solo siento un susurro en mí, presumir de su cautiva lucidez.
Al ver que
lo descubro, actuando, fingiendo ser algo que no es…
A veces
huyo de las fotografías y retratos porque entiendo que, eso que observo; No soy
yo en esta versión.
Prefiero dejar
de ver a saber lo que soy…
Aunque ese
no sea yo…
Como cruzamos
de un bucle de negación a una asombro continuo de la incertidumbre?...
Recuerdo la
soledad de niño y también la calma que me ofrecía la idea de no ser visto,
actuando entre las sombras, reaccionando a los secretos que el incognito te podía
ofrecer.
Al no
poder ser yo, que conflicto causaría a mi exterior?...
La perturbada
idea de vibrar en felicidad como único faro que deberíamos alcanzar, me fatigo!,
la idea de ser una polilla que tuviera que volar hasta luz fingida era caótica…
No he
pretendido ver el mundo con altanería, ni querer que la calamidad la abrase. Pero
la gente!, Oh…
Esa gente
llena de perturbación mi espacio interior…
Aunque con
ello me sentencio a mí mismo, al vivir en una negación que limita mis alas a
seguir su curso natural…
Si el
viento se negase a ser viento; Que esperanza tendríamos de una brisa?.
Si el
necio se negase a su necedad?, entonces que sería?...
Aún más
necio no?.
Lo que con
tanta fuerza niegas es lo que más afirmas, y un silencio deja de serlo, cuando él
se pregunta por el silencio a su alrededor.
Y el
pensamiento devela la onda que ha de tener.
Es decir,
el resultado de un pensamiento es una proyección, que deseamos para el reflejo
de una sensación.
Y la sensación,
es su melodía, donde las cuerdas fijas de la proyección, exclaman su sentir de
vida.
Una melodía
que extravié, y ahora el bullicio de mi disonancia vibra arrítmicamente con mi
reflejo.
Y he
confundido la identidad de él, con fracciones de su imagen…
Como he
llegado aquí?...
A este
punto donde la quietud distrae, la sensación de calma con el ojo de la
tormenta?...
Me he
pausado y he echado la llave de esta celda a un rio, que he olvidado como se
llama ni donde queda.
Y mientras
el mundo no perturbe mi melodía, es mejor esconder el sendero para que no entre
nadie, ni tormentas de miedo.
Ni luz, ni
gente que hable.
Quiero que
la sorpresa acabe!, Que la calma sea eterna!.
Que la
vida siga ese rio del Leteo, donde las animas olvidan, donde la decepción es
una hipocresía de un arcoíris, que no traiciona ni engaña de ilusiones la vida…
Pero algo
perturba mi quietud…
Mientras
pienso en el reflejo que mis ojos observan, un pensamiento me perturba.
Es la duda…
El verdadero
vacío de una verdad!.
La indecisión
que muestra una elección!, una que lleva en sí, una respuesta programada, la corrección
de los invalores de la negación…
El correctivo
para evitar una dualidad.
La calumnia
de la libre decisión…
El chantaje
de la libertad!.
El verdadero
rostro de la fiera dormida.
La ignorancia!...
en su ilusión…
La incógnita
en sí misma, que atemoriza al tiempo, cuando este fracciona su vivir en partes
paralelas, que vuelan en direcciones opuestas, secuestradas en una pausa que
perturba el presente.
Mi presente…
Mi duda,
que se niega a ser dirigida a un mundo de quietud y sin perturbación…
Al ver mi
reflejo, algo mas actúa al sentirse observado.
Sobre saber…
Quién
soy?...
Sobre
entender que cosas unen la fractura del reflejo, en una sola imagen que mi
mente pueda leer…
Sobre la
verdad que va más allá de una idea.
Sobre lo que
espero ser…
Es en el
silencio donde puedo unir los pedazos que quedan de mí, y como un alfarero,
sellar sus fracturas en un eco que se repite en el pensamiento…
Quién soy?...
Esa pregunta
es suficiente para vibrar en todas las estancias que mi mente abrió. Como
cajas. Y en cada una de ellas una llave se manifiesta, para cada puerta que el
observador decida abrir.
Una observación
que se proyecta desde el reflejo de un espejo, a un hombre que aún no sabe que está
allí viviendo, su propia pausa en su presente eterno…
Y si la
respuesta es un: “no sé”…
No importa
en lo más mínimo.
Ya es
suficiente para afirmar.
Que mi
duda me hace sentir aún más vivo de lo que olvido, porque no pretendo descifrar
la respuesta, ya que cada puerta tiene todas las versiones infinitas que puedo
ser.
Que aún no
decido ser, que fantaseo y elijo.
Las más
equivocadas, las más caóticas, las menos claras y oscilantes.
Las más
desfiguradas que la tormenta de mis miedos defiende, de mis torturadores.
Mis vacíos
mentales. El pequeño espacio, que no se llena entre cada pensamiento,
La masa
negra que es el silencio entre los silencios.
Pero tan
necesario para crear limites, que impidan que superpongan un reflejo encima de
mi otro reflejo.
Evitando las
conexiones de todas mis versiones…
Pero ese Vacío
los conecta!, aunque no sabemos bien cómo usarlo…
Pero ese vacío
los une!, acaso como el acto que me llevo a mantener mi mirada secuestrada en
el reflejo?.
Acaso como
la sensación de volverte el observador de tu propia vida.
Acaso como
la duda que se filtra y avanza hasta corregir su designio?...
Me he
vuelto a ver en mi reflejo, buscando reconocer la imagen que en ella se retrata,
buscando algo que distinga…
Ese mundo
perdido, donde mi mente se refugia…
Un rasgo,
un detalle que revele el hilo del amo, que orquesta mi vida.
Un eco o
bullicio que aclame la pregunta que perturba mi pensamiento…
Algo en
los ojos que permita distinguir si mi fantasía es solo una ilusión de mi
cabeza, o una pesadilla que reinicia cada día, mientras las sensaciones se
vuelven vacías…
Quién soy?...
La duda,
el vacío y la pregunta…
X
W.M.