martes, 24 de mayo de 2016

Memorias de un Roble a punto de Nacer

Memorias de un Roble a punto de Nacer

En islotes lejanos de sabiduría un hombre dejo sus palabras como naufragas que buscaban consuelo de tanto de sí mismo.

Agitando los vientos de toda conciencia…
Se atrevió a persuadir a sus tormentas que sin perder tiempo partieron a atormentar cada silencio que escondió de sus misterios.

De los volcanes que aun ardiendo fluían…
De los silencios que dedico a aquella…
De los jirones de flores que decoro la vida…
De los misereres de pasión que agitaron el clima de su isla paradisiaca…
De todo cuanto pudo oler a ella….

De la sangre de fuego que en otrora tiempo pudo controlar a su antojo.

Listo y sin persuadir sus miedos marcho dejando tras de sí huellas de humo… que alentaran a otros a seguir su camino.
A dejar tras de sí recuerdos que el pudiera reconocer cuando ellas se enfriaran hasta volverse pisadas de piedra en invierno o verano…

Pero olvido que el sendero de la muerte no retrata estelas de vanidad…
La voz en su interior pregunto por todas partes si aún él estaba listo
Para abandonar toda marca de felicidad que el forastero tatuó en toda su isla…

Recordó la imagen de ella, y en un titubeo una lagrima tímida cerco su rostro hasta volverlo un aroma de éter todo pensamiento que del surgía…
Y pensó nuevamente en todo lo que el soñó y recordó que él había despertado más antes de lo debido…    anónimo.

No digas que no lo sabias.
No cuando tus mentiras fueron las cicatrices que yo limpie de tus dudas atrevidas
Está bien si marchas como viniste
Al cabo tú y yo sabíamos que la moraleja iba ser extraña para ambos
Recuerda soñadora que la belleza es una llama que pinta mejor nuestros rostros cuando la palabra vive por ambos lados de la ironía de desear al otro felicidad…

Puede ser que la razón tuya sirvió de consuelo para la agonía de un cometa que restauro la vida en todo lo que tocaste
Puede ser que la vitrina donde detuviste las penas de una letanía alivio la carga de tus lágrimas.
Puede ser que tus intentos fueron columnas de soporte para tu historia
Puede ser que tu animo descargo la presión de mil lagrimas que no se volvieron canción.
Puede ser que tu estrella ilumino la oscuridad de tantas indecisiones…
Para abrazar el latido de tu amor inagotable…
Del bing bang de tu deseo ardiente que resucito el valor de una promesa temerosa…
Pero…

Pasará que el viejo decida por algo que nunca se atrevió
Pasará que la lluvia cambie de curso para volverse sequedad en otras nubes
Pasará que la flor que contuvo el color de una esencia decida marchitarse antes que la luz la llene de vida
Pasará que una verdad se vuelva mentira para tormentos
Pasará que la gracia se resigne a la vanidad de un pecado
Pasará que un hombre se encuentre con la otra cara de su temor.
Pasará que un corazón repudie lo que lo volvió una estrella fulgurante…
Pasará lo que tu certeza aposto y perdió por una cordura latente.

Y en todo ello una idea que no la viste venir fecundo como una semilla que, sin permiso eligió una vida en medio de tantas indecisiones.
Fue en enero cuando el levante surgió y llevaba tras de sí una promesa de alguien que con fundamentos escogió una parte de ti, para seguir.
Traía en sus bolsillos tormentas y ciclones que maduraron en las palabras las tuyas, que escondieron sus valores de aquellos frívolos capataces.
Los que levantaron en peso tus sueños como un terremoto.
Que en sus glorias quebraron todo sueño para impostar una verdad por otra verdad…
Un día cualquiera de tus manos tú diste vida a una hoja que caía…
Sentías un fluir en tu corazón único y sin envidias y te seguimos todos en tu gesto y aquella sensación se volvió un roble…
Desde ese entonces todos volvemos a cubrirnos con su sombra
Nadie supo que fuiste tú el que lo pario…
Una vez un poeta que caminaba sin rumbo decidió atracar sobre tu roble.
Arrancarle todo cuanto la belleza le sugería, pero el viento le recordó que tú fuiste la matriz de todos los sueños de un pueblo que sin memoria te juzgo…
Él era un encargo muy valioso con un peso de tristeza…
Con brillos de desconocido fulgor… con gracias para todos los que dormimos en su sombra.
Una belleza para contemplar…
Un día cualquiera tú volvías en medio de huracanes vociferando calumnias de un día difícil, todos alejaron sus piedras de tu sombra…
Lanzaste una maldición a tus centauros y en medio una planta que crecía te abrazaba con sus ramas aun en sombras cubrió tu vida con su protección…
Dormida una madre en medio de su hijo con pequeño destello.
Él lo sabía el poeta vio la hermosura de tu roble…
Te regalo un aire y un silbido para tu hijo que vibraba como una estrella irradiando fuerza y locura en su sin sabor….
Las noches sin dormir fueron largas pero el roble ya estaba expuesto…
Cubrió el llano con su manto y dejo tras de ti flores para que lo recordases solo son alientos de un pequeño llamando en tiempos difíciles, la fuerza de una princesa creciendo en un corazón de roble…
Desde entonces todo cuanto surge se cubre de verde en cuanto pisas
Se encantadora y protectora de tu roble….
Replica el viento y el ágape de toda ceremonia cubra la vida que se te dio…
Aun en la soledad se puede admirar la belleza de la piedra antes de nacer.
Sé un magisterio en todos tus intentos.
Un roble crece en astrales sobre el fundamento de un mundo de columnas de realidad
Se alza sobre los hombros…
Los lobos aúllan su porvenir y una noche que enamora a un poeta de extraño porvenir le dedico una verdad de tantas noches
Una canción que revolvió su verso de tantas noches sin dormir le acerca a una cuando y un como de todavía existir…
Como no iba a recordarte que el paisaje a todos nos pasó una vez.
Solo se recuerda a acosta de una cicatriz de toda prueba que marca un comienzo de fuego.
Sobre la esencia sabía que ser el maestro de una llama que se gesta se atreve a volverte sol de un pequeño….
Se abre los brazos de una vida para los que alientan el corazón de fuego
Se el hierro que marca las espadas de todos los que vibran en muerte….
Memorias de un roble a punto de nacer…
                       

                                                                                                                      X W.M.






















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