miércoles, 12 de agosto de 2020

Lamento de Gaia y el Rey Dragón volumen I

 

Lamento de Gaia y el Rey Dragón volumen I

 

Viniste a mí, esperando que la noche te abrigue al calor de una fogata, que reconforte esa alma dolida, que de fuego a esas pilas de azogue que se extinguieron hace años por las aguas negras de tu insaseable apetito de placer…

Esperando que la oscuridad que te rodea sea acompañada por una sonrisa que caliente tu tristeza ajena y proscrita….

 

Esperabas bendiciones en un altar que tú mismo profanaste por el disidió de ser considerado algo más que un hombre mortal por un Dios con tribulaciones de aprendiz de suculentos deseos, un creador de mentiras sobre sueños que ocultan la verdad universal…

Y ahora derrotado y sediento pides compasión? mientras pozas con tu cáliz partido una gota de mi luz, para calmar la apatía de vivir sin la gracia de la madre noche…

Como si eso fuera lo único que de motivos para respirar el susurro que te revele, cuando aún podías mirar la luz de la oculta noche…

 

Que pretendes ahora que el silencio te alcanzo sobre tu voz apagada…?

Que estruendo exclamaras, si la armonía de tu canto se ha vuelto trueno de destrucción sobre los que amas?...

Acaso tus nuevos amos no satisfacen la danza de fuego que ahora diriges en el Thulul tu nueva fortaleza de oscuridad y escondite de tus esbirros?...

 

La madre noche no te da su venia!

 

 Eres hijo de dragones llevas el fuego impregnado en la mirada, más criatura de los ocultos que un servil que vibra con armonía sobre el éter de los corazones…

 

En una época paseaba por las praderas que tu mente pintaba sobre el campo de nubes, en aquel mar tranquilo donde un corazón de fuego ardía y vibraba con el pulso de la esperanza de un volcán lleno de valor y fuego creador.

 

Era tu isla el pilar donde una columna de luz se alzaba de la tierra al cielo, depósito infinito  de esperanzas que el corazón seducía a la oscuridad para verla desnuda sobre el arcoíris de aureolas boreales proscritas, nacidas de la imaginación de un titán dormido que susurraba el éter de la esperanza de las lágrimas que la piedra esculpía en diamantes que a su vez pintaban.

La arena; como si esta fuese la nieve que las estrellas fugaces hacían caer la fantasía de un niño; revolviéndose en las entrañas de un volcán…

El corazón de Gaia en los latidos de una piel, de aquella que yo toque para decir tu verdadero nombre…

 

Las aguas de ese océano eran cálidas porque llevaban la luz de Andrómeda en el reflejo de su cimiente, blancas y llenas de ese matiz que la vida lleno por las ondas de su pensamiento, eran los ojos los que creaban la forma y su reflejo la silueta que de ellas se expresaba la melodía de hablar con éxtasis el idioma de la sintonía del corazón…

Un Abraxas para tu alma.

 

Muy tarde viniste a presentarte aquí, hoy todo aquello es un lodazal, una ciénaga de oscuras formas donde el fuego destruye todo lo que se mueve…

Y ahora un Dragón lo puebla, Un Dragón ¡!!

Uno que con su voz hace estremecer las ánimas, hasta el silencio huye de ti… por la grieta en el tiempo que infligiste por tratar de sacar más fuerza vital de la que podías ingerir….

Un eco se recita en las nubes, uno que atraviesa el espíritu, se mete como una idea y enloquece la vida desde su raíz, es esa la voz que querías?...

Cansado de sentir y beber el éter ahora deseas estremecer la paciencia de la vacuidad y esperas con ello redención??

Las piedras hablan y ellas dicen que la fuerza del no rebaso la calma de la intriga, las dudas son como el agua llenan de miedo el envase y el tuyo se quebró!

En tu éter hay un grito, uno que el NO!, arrebato el orden de las cosas y por ello gobiernas en el Thulul…

El rey murió y ahora en la oscuridad me muestras tu cáliz para que lo llene de mi luz…

Tu oscuridad está más allá de la noche, y es en ella donde la fuerza del NO derrumbo la armonía de tu éter…

 

Viniste a mí, esperando que la noche te abrigue al calor de una fogata, que reconforte esa alma dolida, que de fuego a esas pilas de azogue que se extinguieron hace años por las aguas negras de tu insaseable apetito de placer…

Esperando que la oscuridad que te rodea sea acompañada por una sonrisa que caliente tu tristeza ajena y proscrita….

 

Aprende hablar el idioma de las piedras y encuentra en ellas mi respuesta.

Hoy la mesa está servida pero la noche no te alcanzara, no como tú lo esperabas…

Hay un oculto misterio que se dice en el eco del tiempo.

Las verdades se develan en un tiempo y ese tiempo fluye como luz en todo el manto del universo, si devoras las sintonías, en un algo estas deben volver a aparecer, pero si deformas el silencio de las piedras, estas gritaran y desgarraran lo que no pudo contenerse…

Querías mi respuesta espero la tuya…

 

                                                                                                          X W.M.

 

 

 

 

 

 

 

 

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