EL Fuego de Odín
Las verdades se escriben en las fraguas de una pena
con dolor que acusa la excitación de un fuego que adormece la culpabilidad de
lo hecho por derecho…
Sin contemplar las heridas de los que quemamos, sin
mirar atrás las cien lagrimas que adornan la careta de nuestra necesidad de ser
viciosos, sin el egregor de revivir nuestras malas decisiones…
No hay forma de tomar la culpa sin quemarte la mano…
la empuñadura de la que lo forma, está hecha del mismo material con que
fundiste tu corazón para proteger tus duelos y esa extraña lagrima que ocultas
de todos los que la replicaron….
Es el azogue que alimenta la fuerza de tu vibración…
Es la fuerza lo que motiva a seguir sin frenar lo que
va en una sola dirección….
Como cosechando truenos, el relámpago de Odín cae de
igual forma sobre la tierra que ata las mismas mentiras con las que ocultamos
nuestra huella del destino…
Sombras que alumbran el sendero para señalarnos el
camino hacia nuestras vidas…
Que nos detiene?
Que nos hace ser menos que nuestro reflejo?
Su mano tejió la aurora de nuestras ilusiones y el
cielo ata nuestras almas a la barca que nos conducen al rio de la desolación… y
sin embargo al tratar de ver, vemos un rastro de nosotros iluminar la calma de
lo que no se ata y sigue allí sin contemplación…
Que nos detiene ante el miedo?
Que nos conduce a la intriga de ser nosotros los
mismos rostros de los que se quedan esculpidos en cinceles que no brotaron del
fuego de la creación de estrellas?
Que nos allá detrás de las mejores vibraciones que
crearon el latir de una inspiración que contempla el nacimiento de nuestros
hijos y su inocencia, para ser escondidos de la fragua del portador de luz de
la primera alba?
Si seguimos el sendero de lo que guardamos por dentro
Porque tendríamos que sentirnos perdidos?...
Será que la duda se nos devela como una alternativa a
corregir nuestras convicciones?
La fuerza de lo que ato el caos a nuestra realidad nos
invita a dar el último golpe al acero que forjamos desde niños hasta adultos,
cuando la ceguera de este mundo nos motivó a andar contemplado la vida de
rodillas como clavos que fijan la madera a la ironía de ser llamas de estrellas
que calcinan la lentitud de ser paliativos de una mentira
Uniendo contemplaciones por decisiones…
El día que nos liberemos de las ataduras será cuando
el éter en nuestra ánima se vuelva el único modo donde vibremos sin ser armonías
de paso…
Cabalgando sobre los eones del tiempo, sintiendo el
viento del éter en nuestras pieles de todos los animales que pudimos ser y aun
lo sentimos…
Danzando al fuego sobre las brasas del latido de cien
mundos, escribiremos los armónicos que cimentaron las columnas del Valhala, la
ciudad de nuestras ilusiones
Adormeciendo al león de lo prohibido…
Fénix que cabalgan en los vientos incendiarios del
norte.
Sobre las lenguas de fuego que arrullan la ira de un
Dios…
En atípicos haz de luz que retumba el silencio de los
mundos aun por nacer, cada eco de ellos llevan nuestras voces, perturbando la
vacuidad de sus ilusiones…
Que nos detiene a seguir y ser maza de lo que
ocultamos por tratar de imitar la desinfonia del vulgo que nos rodea?
Del vernos mutilados por las gravas de sus medias
verdades, alzando sobre nuestras memorias infinitas por sobre monumentos de
barro que el lirio creo sin saber qué es lo que nos hace ser reales o solo
contemplaciones?...
Si el destino nos fuerza a quebrar nuestras caretas,
porque no rasgarnos el rostro con la ira de ser por fin luz de los ocultos…
desatando de la noche más oscura la más pequeña de sus resplandores, imitando
la más proscrita de ellas, cuando el éter se desata en tu sangre y contemplas
las luces del alba de los dioses…?
Soy el martillo que quebranta la vibración de las contemplaciones,
el aullido de Fenrir, la llamada del caos que agita tu alma cuando lees lo que
ya estaba escrito en el seno de tu sentir, la llamada de los lobos que acusan
tu alma por ser esclavo de la necedad de los que adoran el sol negro de la
normalidad…
No hay forma de tomar la culpa sin quemarte la mano…
la empuñadura de la que lo forma, está hecha del mismo material con que
fundiste tu corazón para proteger tus duelos y esa extraña lagrima que ocultas
de todos los que la replicaron….
Las verdades se escriben en las fraguas de una pena
con dolor que acusa la excitación de un fuego que adormece la culpabilidad de
lo hecho por derecho…
No hay forma de tomar la culpa sin quemarte la mano…
la empuñadura de la que lo forma, está hecha del mismo material con que
fundiste tu corazón para proteger tus duelos y esa extraña lagrima que ocultas
de todos los que la replicaron….
Es el azogue que alimenta la fuerza de tu vibración…
Es la fuerza lo que motiva a seguir sin frenar lo que
va en una sola dirección….
Eres tú en el horno del fuego… tratando de ser algo más
que un resplandor en la noche de todos los tiempos…
x
W.M
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