Brazas de amor
Después de ti existe un vacío que recuerda el sombrío día
de tus paramos, los mismos que retoco para no quedar en la fragua de tu sol que
derrite mi insolencia de pedir más por tu silencio….
¡Que se volvió corazón el cuerdo ideal de pensar que
somos merodeadores de una isla deshabitada por el dolor…!
Que fue del ideal de ser una luz al final de un camino
que lleva a las sombras de cualquier sombra?
Vestiste igual que la tenue piel de ese viento sombrío
que te recata de tu belleza, dejando de lado el placer donde todos los hijos de
Caín preguntan sobre el pecado y donde yo retoco en silencios placeres; el
verdadero oleo de tu piel…
Me asombra pensar que en tu delicadeza dejas de lado
esa tenue piel que se fragmenta con los escuetos colores que el arcoíris descifra
para tu inocencia de placer, el breve silencio donde te pierdes para dar a los demás
conjeturas de tu corazón de cristal…
Adoramos todos el momento de pausa donde extraños
dejamos parábolas para saber que eres un ideal proscrito para esta vida y las
que te adornan igual para el fruto de tus colores que deambulan tan libertinas
en mi misógina vida de creer que eres paramo de flores…
Un escorpión derribando
muros de dolor con la aceta de decir soy yo el que corrompe tu templo cuando en
realidad eres la mandrágora que descifra el verbo de mi corazón, alcanzando las
tenues telas donde tu nombre se escribió con pinceladas de mi dolor, de seguir más
allá donde la vida renace; la cruda realidad de existir sin ti, en un hilo que
ata todo lo que se enrolla la pregunta de mi querer, una sombra del amor
encausado en los remos de una barca que descifra los secretos… cauces de tu
querer…
Dime mujer de ensueños que es lo casual y que es tu
realidad?
Abandono toda cordura con tal de saber si eres tú la
sombra donde la espada se ancla al yelmo de mi armadura, esa donde volví a ser viento y fuego todo al unísono en una
voz cuando tu tomaste mi mano, donde tu voz con la mía se fundió en el quejido
de desear más allá de mi ser y ser envueltos en un ideal que retumbe en mil tambores
de mi corazón hecho de cristal. Mientras alcanzamos eso que te gusta más de
oler el hedor de unas flores que hablan de ti sin decir nada…
Eres esfinge en mi diagrama de ideas que se estrellan con
un cometa que destruye el ocaso para ninguna mañana y tu después lo agitas para
decirme que soy yo el ocaso de tu piel, dime demonia donde quedo el hedor de tu
piel cuando yo me destruyo en cifras que atormentan la fragua de mi querer solo
corazones en solitario dando piel al carbón de mil ideales destruyendo el fuego
para avivarlo en tu ocaso de querer después de este tormento…?
Vuelvo al fuego como el lobo herido a buscar su muerte
en las tormentas que el viento repica como un eco en mí querer…
Dime donde morder la realidad…
Dime si esta es la verdadera fragua donde debo enterar
los colmillos después de tiii!!!
Y aun así me atrevo a conquistar estrellas después de
tu aroma como un encantador de sueños donde el ideal se pierde en murallas que
recuerdan la pesadilla de ser más yo el mismo reflejo de tu amor
Dime si esta es la ilusión?
Recuérdame la estrella que soy yo después de enterar
el secreto en nuestras aras de amar después de odiar…
Después de ti existe un vacío que recuerda el sombrío día
de tus paramos, los mismos que retoco para no quedar en la fragua de tu sol que
derrite mi insolencia de pedir más por tu silencio…
Alumbrando en un eco un querer eres una frase que se
esconde en el susurro que las nubes encantan a la tormenta de mi corazón… solo
una braza de amor.
X
w.m.
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