El juego de Dos Corazones un Blues triste
Si alguna vez te vas de mi lado
No te detendré para pedirte razones…
Será como un final anunciado
Será como lo que uno espera cuando ve las cartas
Caer para alguna suerte echada.
Un final para una solitaria partida de póquer
De sobrios jugadores que juegan a timar la única verdad
La seguridad de no perder
Lo único que no podemos ganar…
El orgullo convertido en un mazo de intenciones
El miedo es la moneda que se juega
Y ambos llevamos deudas anunciadas
En el juego de nuestras vidas…
Dos timadores que esperan el segundo perfecto
Para alardear de lo bueno que es este corazón
El mismo que empeñamos
En una partida anterior.
Si alguna vez te vas de mi lado
No te detendré para pedirte un reclamo más…
Solo será una de las tantas preguntas que falto
Decir por decir, de esa que escondemos bajo la manga
De una duda camuflada de la ilusoria verdad…
Que se volvió éter en la neblina de alquitrán
Que dibujo nuestros rostros en todo lo que dibujamos
En la piel del otro…
Un tatuaje para retratar la espera en miradas que se cruzan
Mientras sonríes con la picara galantería de decir
Que esto esta prohibido un final para dos malabaristas
Que se arrebatan el título del más arriesgado…
Si alguna vez te vas de mi lado
No te detendré para pedirte una pausa más…
En la vida apurada que aceleramos sin medir
Cuando decidimos crear un límite al límite de nuestras
Contemplaciones…
Un miserere de estribillos en la canción que nos atrajo
Mientras sacamos un be mol en esa armónica que replica
Un blues triste
De corazones estrechados por el deseo de estar vivos
Uno cerca del otro.
Mientras miramos siempre la ventana de la vida
Con esa fatigada forma de sentir que somos
Dos cómplices de una travesura de engañar al destino
Con nuestras intenciones.
Extraña forma de apostar el alma en monedas de miedo
Que cargan las espaldas de los que nos miran
Con juicio, por ser sobrevivientes del juego
De amar sin ser dañados…
Pájaros de luna que aletean la vacuidad del aire
Que nos elevan a seguir volando cada vez más alto…
Ten cuidado corazón.
Las alas de cera recuerdan el calor que sintió Ícaro
Cuando tú y yo le robamos a los Dioses
Un beso prohibido para los mortales…
Si alguna vez te vas de mi lado
No te detendré corazón para pedirte una excusa más…
Sabemos que el temor atizo el mismo calor
Que buscamos cuando la necesidad ahogo nuestras razones
Y está bien amor mío, apostar el corazón
En un juego que no podemos ganar.
Es lo arriesgado de vivir cada día
Agonizando de a pocos lo que nos da ese aire
De inmortales.
Frente a los demás que descifran razones en destinos gastados
De finales prestados…
Sentimos lo que el otro escondía
Y eso nos empujó a vernos frente a un espejo que la cercanía
Lo empaño de felicidad…
Silencio cruel para lo que nos faltó decir…
Todas las noches serán un intento de sentir
Un blues vibrar en las sabanas de todas las pasiones
Un viento que se agita mientras uno suspira
Y al otro extremo se crea un huracán
Que llama al ánima del otro a seguir
El juego del puñal
Quien será el que sangre primero?
Será este el juego del destino
Será el más pragmático?
Sera el más razonable?
Tal vez sea el que menos dijo
Después de todo solo fue un juego
De tribulaciones e intenciones que se tejen
Para dar un estirón más a la línea de la libertad
La frontera del amor y el desamor
La vida anunciada de nuestro secreto
Sabes que seguiré detrás de tuyo
A pesar de todo
No malgastes el miedo corazón
Son tus monedas las que apuesto
Ahora que te vas del juego…
Solo un be mol vibrando en una armónica que suena
En un blues triste…
Si alguna vez te vas de mi lado
No te detendré para pedirte razones…
Yo seguiré allí donde el ocaso se pone a medias tintas
En el umbral del poeta
Que escribe de grises tu fatuo corazón
La única moneda fue el miedo
Y ambos traíamos deudas anunciadas…
Solo el son de un blues triste
En el ritmo de dos corazones prisioneros
Que se arrebatan la ultima
Carta de un as de copas
Que brilla en la felicidad
De un trono de reyes que
Dibuja en tu piel un eslogan que dice
Vivo por el juego y el juego eres tú…
X
W.M.
Cuando las estrellas caen solas el destino abre un entre lineas...
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