lunes, 17 de junio de 2013

El Camino de El

El Camino de El

Fue tarde cuando vi las huellas de este corazón  posarse sin ninguna invitación en este lado del camino...
fue un momento y todo por un segundo pareció volverse sombrío
como una sombra en mi interior
un miedo en el suspiro de mi alma

como una pregunta en los labios tímidos de alguien que desea callar para no anunciarse...
como una tentación a vivir una culpa, consentida para un deseo no esperado.

un remolino de tintas que desean ser palabras en las aguas transparentes de esta memoria añeja que

olvida de pronto que decir...




que olvida de pronto que es vivir...

Fue tarde así, cuando nadie advirtió sus pasos de El andar, con las manos en los bolsillos, y una pena como farol.
Que alumbraba,  igual que las personas que circulan
como fantasmas sin rostros,  que dejaban un aliento de vanidades perdidas
de risas mudas que se pierden, en el vacio de esa senda.
que se pierden en el frio de su cuerpo.

Mientras una mujer abrazaba el Saco de un Titán, que había dejado como huella de una Ausencia requerida , un amor en espera, una esperanza para una incrédula...

Pero es en vano pensar cuando uno ha perdido el corazón
un estilo de vida de preguntar y después actuar.
una vida acostumbrada a dudar y luego creer  
un caminar hacia atrás
un no ver para no afrontar

igual los sueños se desesperan en el caos de una suerte que no cambiara...

Mientras caminaba recordó...
qué hermoso seria tener un hogar donde llegar
un cuerpo que abrazar.
unas manos que tocar
pero es tarde ya para él, la suerte no tiene memorias para todos
y él no recuerda mas,  donde está la luz en este norte


Parado en la calle  pregunta al viento, si está muy lejos
la frontera, si los paramos serán mas verdes al otro lado del horizonte.

Mientras en un cuarto de hotel una mujer que llora asienta con la cabeza a un Titán,  después que se oye una bofetada romper el silencio de la noche.

es curioso cómo se teje los hilos del destino,  es curioso como los pasos nos enredan en nuestro propio sendero...

Cansada de llorar y con una huella en el rostro Ella decide apostar por la nada de la noche,  mientras piensa que, mejor es probar el frio de esta soledad que la cama caliente de este corazón de metal...
Fue tarde cuando vi las huellas de este corazón  posarse sin ninguna invitación en este lado del camino...
fue un momento y todo por un segundo pareció volverse sombrío
como una sombra en mi interior
un miedo en el suspiro de mi alma...

las calles alumbran tan pálidamente y el frio acompaña la olvidada rutina de la vida
se oyen unos pasos y una lagrima calienta la calzada pálida de esta senda de piedra
un hombre que deambula escapando de sí mismo,  avanza sin percatarse de la sonrisa que una mujer sin rostro le regala
Ella piensa que no le queda más que ofrecer que una alegría
y El que la soledad es una sonrisa
ambos se cruzan y el viento les roza los labios
un miedo les atraviesa el corazón
sin percatarse del milagro ambos se alejan...
mientras la calle se perturba con el ruido de las voces que aúllan por la desesperación
una poción que encanta para volver ciego los corazones de los hombres.

Como una pregunta en los labios tímidos de alguien que desea callar para no anunciarse...
como una tentación a vivir una culpa, consentida para un deseo no esperado.

un remolino de tintas que desean ser palabras en las aguas transparentes de esta memoria añeja que

olvida de pronto que decir...

que olvida de pronto que es vivir...

El entonces decide parar para  mirar hacia atrás...
Ella decide nunca mas sonreir . ser un rostro de marmol, una flor de metal

El camino es una senda que provoca inventar una sonrisa en las lagrimas de la soledad...

Cansado de dudar El la alcanza y le acerca a ella un Saco, mientras el frio le abrazaba el cuerpo
El  la mira...
mientras decide esperar a que el destino le cambie las cartas de esta sospecha

Ella dice. No siento ya mas frio.
El dice. no me siento más solo...

Mientras la calle se perturba con el ruido de las voces que aúllan por la desesperación
una poción que encanta para volver ciego los corazones de los hombres.


                                                                                                          x W.M.

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