martes, 19 de febrero de 2013


El Coraje

Dejo caer la espada que sostenía
Sobre la tierra y con dolor y tristeza
Pidió clemencia al cielo, al viento, a las estrellas
Empuñando las manos con impotencia
Miro con ira al vació de la pradera
Exclamando un canto de muerte
Pregunto por el que todo lo mira…
Oh Dios creador de toda la vida
Dime en estas horas porque estoy aun con vida?
Partí en silencio creyendo encontrar la luz
De la sabiduría, dejando en mi alma las enseñanzas
Y en una estela de experiencias escribí la esencia de lo
Aprendido en recuerdos que mi alma atesora…
Pero ahora solitario y perdido me he extraviado
En los densos caminos de la rutina…
Del vivir sin aliento, del mirar sin cautivar lo nuevo y lo bello
De la nada.
Soy cruz de los intentos, luz de hoguera que se apaga.
Creí comprender todo lo que  no estuvo escrito, pero ahora
Hasta mi idioma me resulta extraño, verbo oculto que mis labios
No recuerdan
Creí ser defensor de mi templo eterno guardián de los secretos
Que mi ser guarda, maestro de mi mismo…
Pero mira ahora en lo que me he convertido
En una escuela de celadores, amantes de la tristeza, de la
Compasión…
Afilan sus espadas para dar muerte a los que se despierta
A los que buscan en mi la libertad conciente
Y yo lleno de miedo cerré los ojos para no ver
El infierno en las paredes de mi templo
Tan solo.. si hubiera visto el verdadero color de sus almas
Pero ni eso pudo conseguir, tan armado con yelmo y espada
Y ni siquiera el intento pude salvar en esas noches
Como un cruel miserere que toca indiferente al dolor…
Los deje vivir en mi, los vestí como reyes y hasta
Bese sus manos y sus pies… cediendo mi corona a bastardos, delincuentes y asesinos
Quien hubiera imaginado vestir con linos de seda a esclavos de la miseria humana
Hasta me volví dictador del odio
Verseador del rencor. Mi lengua se volvió veneno en las palabras que amaban la paz
Y la esperanza, tanto tiempo dejándolos tomar el mando, insultando lo sagrado
Que en antaño fueron recompensas de mi dolor y sufrimiento
Y ahora como un mendigo vestido con trozos de tela
Arrojado de mi propio templo, ando en la noche como un rey sin reino
Desterrado a la soledad al apetito insaseable de los lobos
Al deseo al morbo del vulgo inconciente y estupido, confié en ellos
Pensando en estar en lo correcto
En la rutina común del hombre
Y sin embargo los que antes eran mis amigos
Hoy me traicionaron despojándome de mi corona rompiendo en mil
Pedazos los escritos de mi sabiduría convirtiéndome en un desterrado…
Desde el prado miro las puertas de mi castillo
Convertido ahora en refugio de asesinos
Y de cuantos seres haya creado mi deseo inconciente
Solo hasta hoy recordé lo único que porto de valor.
Una espada quien lo diría que hasta mi propia voluntad
Fue rifada en noches de vino y alegría etérea
Y aun así llevar en mi el nombre de el…

Quien recita con versos de dolor y muerte?
Quien naufraga en sollozos de culpa?
Quien por mi llama?
Ahora te veo, ahora te recuerdo
Y como no voy a serlo si aun eres mi hijo
El que lleva la espada
Mi hijo querido
El rey que recita, el hombre que sueña
Porque clamas clemencia?
Porque tu corazón se agita?
Porque crees que estas solo?
Es que acaso yo no estoy contigo siempre?
Acaso yo no acompaño a tus sueños en las noches
Acaso no fui yo el que abrió tu voz
Para cantar y recitar esperanza a los que no pueden.
Crees ser mendigo?
En mis ojos siempre fuiste un rey
Siempre fuiste caballero
Tu voluntad nunca estuvo lejos de tus manos y aunque tu no mires a los cielos
Siempre alguien nunca dejo de hacerlo
Y en mis manos siempre estuvo guardado corazón
Deja el lamento deja el llanto
Ahora estas bajo mi luz
Despierta hombre
Despierta caballero
Es momento que suenen los tambores
Es momento de que el coraje se vista
Con yelmos de valor
Revive de tus cenizas atiza el fuego del amor
Y no tengas de miedo de caer y avanzar
Porque yo siempre estaré a tu lado

                                                                       X W.M.

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