El Coraje
Dejo
caer la espada que sostenía
Sobre
la tierra y con dolor y tristeza
Pidió
clemencia al cielo, al viento, a las estrellas
Empuñando
las manos con impotencia
Miro
con ira al vació de la pradera
Exclamando
un canto de muerte
Pregunto
por el que todo lo mira…
Oh Dios
creador de toda la vida
Partí
en silencio creyendo encontrar la luz
De la
sabiduría, dejando en mi alma las enseñanzas
Y en
una estela de experiencias escribí la esencia de lo
Aprendido
en recuerdos que mi alma atesora…
Pero
ahora solitario y perdido me he extraviado
En los
densos caminos de la rutina…
Del
vivir sin aliento, del mirar sin cautivar lo nuevo y lo bello
De la
nada.
Soy
cruz de los intentos, luz de hoguera que se apaga.
Creí
comprender todo lo que no estuvo
escrito, pero ahora
Hasta
mi idioma me resulta extraño, verbo oculto que mis labios
Creí
ser defensor de mi templo eterno guardián de los secretos
Que mi
ser guarda, maestro de mi mismo…
Pero mira
ahora en lo que me he convertido
En una
escuela de celadores, amantes de la tristeza, de la
Compasión…
Afilan
sus espadas para dar muerte a los que se despierta
A los
que buscan en mi la libertad conciente
Y yo
lleno de miedo cerré los ojos para no ver
El
infierno en las paredes de mi templo
Tan
solo.. si hubiera visto el verdadero color de sus almas
Pero ni
eso pudo conseguir, tan armado con yelmo y espada
Y ni
siquiera el intento pude salvar en esas noches
Como un
cruel miserere que toca indiferente al dolor…
Los
deje vivir en mi, los vestí como reyes y hasta
Bese
sus manos y sus pies… cediendo mi corona a bastardos, delincuentes y asesinos
Quien
hubiera imaginado vestir con linos de seda a esclavos de la miseria humana
Hasta
me volví dictador del odio
Verseador
del rencor. Mi lengua se volvió veneno en las palabras que amaban la paz
Y la
esperanza, tanto tiempo dejándolos tomar el mando, insultando lo sagrado
Que en
antaño fueron recompensas de mi dolor y sufrimiento
Y ahora
como un mendigo vestido con trozos de tela
Arrojado
de mi propio templo, ando en la noche como un rey sin reino
Desterrado
a la soledad al apetito insaseable de los lobos
Al
deseo al morbo del vulgo inconciente y estupido, confié en ellos
Pensando
en estar en lo correcto
En la
rutina común del hombre
Y sin
embargo los que antes eran mis amigos
Hoy me
traicionaron despojándome de mi corona rompiendo en mil
Pedazos
los escritos de mi sabiduría convirtiéndome en un desterrado…
Desde
el prado miro las puertas de mi castillo
Convertido
ahora en refugio de asesinos
Y de
cuantos seres haya creado mi deseo inconciente
Solo
hasta hoy recordé lo único que porto de valor.
Una
espada quien lo diría que hasta mi propia voluntad
Fue
rifada en noches de vino y alegría etérea
Y aun así
llevar en mi el nombre de el…
Quien
recita con versos de dolor y muerte?
Quien naufraga
en sollozos de culpa?
Quien
por mi llama?
Ahora
te veo, ahora te recuerdo
Y como
no voy a serlo si aun eres mi hijo
El que
lleva la espada
Mi hijo
querido
El rey
que recita, el hombre que sueña
Porque
clamas clemencia?
Porque
tu corazón se agita?
Porque
crees que estas solo?
Es que
acaso yo no estoy contigo siempre?
Acaso
yo no acompaño a tus sueños en las noches
Acaso
no fui yo el que abrió tu voz
Para
cantar y recitar esperanza a los que no pueden.
Crees
ser mendigo?
En mis
ojos siempre fuiste un rey
Siempre
fuiste caballero
Tu
voluntad nunca estuvo lejos de tus manos y aunque tu no mires a los cielos
Siempre
alguien nunca dejo de hacerlo
Y en
mis manos siempre estuvo guardado corazón
Deja el
lamento deja el llanto
Ahora
estas bajo mi luz
Despierta
hombre
Despierta
caballero
Es
momento que suenen los tambores
Es
momento de que el coraje se vista
Con
yelmos de valor
Revive
de tus cenizas atiza el fuego del amor
Y no
tengas de miedo de caer y avanzar
Porque
yo siempre estaré a tu lado
X
W.M.
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