lunes, 18 de diciembre de 2017

Hilos del destino

Hilos del destino
 Las palabras sin el látigo de su ensueño vuelven a algún lugar
Donde las memorias sepultan desvelos y corazonadas, un espacio vacío para las almas sin besos prohibidos…
Anónimo.

Al final de tu historia una breve pausa se anuncio como una sepultura que escondía las miles de renuncias que tu espacio creaba para no ser visto por la decepción, de ser ellas un latido que repetía las veces que apagabas tus ojos para no ver el claro de un día sin fracasos.
Curiosa utopía de crear recuerdos sin valentía, de repetir las paginas mojadas de una vida sin lágrimas…
Y en medio de todas estas, unas farolas de un corazón se debaten en el saber si aun estas vivo por un latido que le recuerde su pensar…
Sabia que al final de una vida, el amor consuela con martillos de fuego sobre las lozas de nuestros nombres sin dueño, golpeando una y otra vez sobre los quejidos que el alma organiza para olvidar cuanto de nuestros pedazos quedaron vivos…
Hubiera perdonado, todo lo que no pude saber de tus mandamientos, pero tus muros fueron tan grandes que escondieron en sus murales la pintura de sus lamentos, los que brindaban aquellas penas que se dibujaban con el color de tu alegría escondida.
Pero no fui tan claro como para verte, flotar en medio de esta neblina que abruma
De tanto recuerdo que atrae tu gemido de ser una Diosa sin el color de una caricia que te libere de tu sepultura de piedra viva.
Una columna para contener lo que no se puede sostener…
Por ser observador en tu silencio, cree un espacio vacío en el umbral de tu incertidumbre de ser un etéreo semblante que organizaba tus silencios en orquestas, que no abatían tus tambores de quejidos por el día a día. que tu fuego creaba para dar luz a las piedras que tu mano alumbraba, en la mitad de un camino que no llevaba a nada cuanto pudieras elegir. Por este cruce de caminos donde tu corazón debate en silencio que nuevo sello ha de dejar para el próximo que quiera encontrar tus labios en desvelos…
Que absurdo amor mío, saber que no se puede llegar
A ningún lado que el destino no haya marcado con un beso prohibido, que el tiempo no haya dejado un segundo escondido en el intento de nuestros vacíos. Como para sacarle un suspiro al pétalo de piedra que abruma ahora nuestros olvidos.
Como un viaje que no lleva a ninguna parte, para volverse un circulo de muchos inicios.
Un desvelo sin estruendos que nos despierten del maleficio, de ser dos animas perdidas al infinito de sus encuentros. Sin centros de gravedad que nos hagan girar al baile de un triste destino, que perdone nuestros orgullos, sobre huellas puestas en el mar de los compromisos sin iniciar...
Por dolor y aventura de ser almas de fuego que entrelazan sus telares en acordeones que replican en cada vibrar sus motivos…
Intenciones puestas a prueba por cada suspiro que la vida nos arrebata por volar cerca de lo prohibido...
Sin el ocaso que nos despierte de nuestros vacíos, de vivir uno sin el otro por ser muy conflictivos por querer besar al sueño proscrito de nuestros espacios sin escalas que nos confunden en un solo sonido, que repite el corazón cuando el silencio del otro se abate por un latido de nuestros nombres prohibidos…
De nuestros destinos….
Que ironía es saber que aun vivimos gravitando en un ciclo de despedidas que acercan mas de lo que alejan con cada pedido.
Que no encuentran cordura en su sentido…
Dejando de lado todo lo vivido, por una causa que atrae mas de lo conflictivo de ser uno parte del otro lo menos definido de este circulo de reencuentros sin objetivos.
Debería de dejar de tocar tu nombre sin blasfemar estas ganas de quererte olvidar en silencio 
Alentando a los caballos del destino. Uno prueba lo que no puede digerir por gusto y sin sentido tocando los hilos del dolor….

X W.M.