Alguna Vez…
Pero
cuando acabes, permíteme saber si este final podría ser el último final…
Las cosas
que ocurrieron solo se quedaron a flote de un corazón que de agonía burlaba las
orillas de su soledad para no acabar de náufrago en su desesperación…
Algunas veces
extrañaba las grutas de esos ojos que aullaban a la incomprensión de tus lágrimas.
Cuando la
luna dibujaba esperanzas en los obituarios de aquellas cartas, que la desesperanza
guardaba para no perdonar…
Algunas veces
esperaba de pie contando los pasos de la maldición de los amantes que guarecían
del frió sus palabras en el corazón.
Tan solo
para cantar en el silencio, las oraciones que los labios no dijeron para no
besar.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9o6x54HBuNukwReI8HJ9CZLN0rNo4hSq0spyPFGR2RJi2pqdWJpdjxP6fNkT5ypTcTgRsT8mbPRieTt7Ws9vdx67m2Hrsif4Snndp2fsyweA0vPSIAGBQxBz9bg71oEHcRWbmmdYPD1E/s400/copa-vino-mujer.jpg)
Para luego
escuchar las voces del silencio que se oyen en el tumulto de las ánimas
perdidas.
Como si
aquello me acercase más a tu mano y tu cuerpo ahora convertido en una brisa que
acaricia el humo de mi cigarrillo.
Algunas veces
me desvelaba intentando pensar en lo que el alma necesita cuando la soledad
toca como una amante las ganas de querer ser una prisionera de las ganas de ver
con aquellos ojos lo que la ironía oculta a sus sombras de verdades a medias
decir…
Algunas veces
buscaba la manzana prohibida de aquella Eva que celosa de sus deseos ocultaba
con incomprensiones las voces marchitas de sus ganas de besar mis secretos
creados para satisfacer mi sueño prohibido….
A veces
suelo recordar cuando besaba la mano de
mi celadora inoportuna que me aprieta estas ganas de ser lo que ella quería para
mí. Mientras me dedica sus anhelos proscritos al amante de mi soledad…
Como un
fantasma de su sombra que agita los recuerdos de aquellas sonrisas que se
ocultaban en las grietas de estas paredes que respiran el aroma de tus palabras
perdidas
A La luz
de tu olvido que ilumina mi vida con los sueños que dedique en el intento de mis
fantasías sobre la piel de tus verdades teñidas con sangre del tintero que el
vino guardo para no envejecer, después que el cantor inspiro las plegarias…
Para no
saber que ocurrió después que se soñó.
Y no volví
más a la gruta de tus ojos para ver el regalo de las migajas de pan que tus
labios me dejaron probando en un manantial, las sobras de la copa de la vida
eterna
Que dejaba
la fragancia de tu vida. En medio de la plaza de las esperanzas donde las
tormentas tejen sueños para los amantes.
Era
invierno cuando el corazón tirito una lágrima negra, y una voz como aquella que
se oculta en el silencio, decidió saber si aún era un vagabundo de tus
intentos.
Cuando decidió
decidir que yo era un olvido más…
Como rescatar
las promesas que el rio llevo cuando en medio de la nada. Tú das luz a las desesperanzas…
solo una Eva tentando al destino. Mientras el vino en mi copa se termina volviéndose
hiel al recuerdo de la dulzura de esos besos que ahora saben a olvido…
Un trago
más para no recordar lo que el ajenjo oculta en su veneno
Vuelo mortal
de suicidio que le gusta al corazón jugar cuando aún no sabe que ya es un olvido…
Que silencioso
es el destino de la tristeza.
Que tortuoso
es el corazón de tu quimera protectora de tu puerta.
No había
palabras ni cantos, para enamorar la cerradura de tu inocencia.
Solo sueños
agitados por el tiempo que necio en su intento se vuelve cuerdo para saborear
al son de la copa que ahora queda vacía.
Mientras
mis labios se resecan consolándose con el humo del cigarrillo de tu pretensiosa
forma de ver que eras la única Eva en el malecón de estos sueños prohibidos…
Cuando lo
descubras mándame una postal a la dirección que deje tatuada en tu piel…
Cuando el
vino de esta mandrágora acabe al final, de donde comienza tus anhelos de
belleza y donde termina mí ahogado pesimismo de saborear la dulzura de tu amor
cobarde…
Luego el
sol quedo a media mañana cuando al final dos fueron los que contaron el vuelo
de dos amantes y el silbido de la estación nos recordó que lo mejor era olvidar
lo que se puede olvidar cuando no se vivió…
Celosa creadora,
sabias como hacerme recordar que el olvido es más real…
Aun siento
el abrigo de tus abrazos cubiertos con el aroma de las promesas que los amantes
perdidos dejan al unísono en una copa de vino y un humo de cigarrillo…
X W.M.