lunes, 9 de febrero de 2015

Lluvia y soledad


Lluvia y soledad

Y aun sin esperanzas la pequeña luz se alza a lo lejos desde el infinito, como volando para alcanzar una de esas nubes que no dibujaron nunca el paraíso.
Tan solo un esbozo de su silueta en los ojos del recuerdo, una maravilla para el ensueño de su mente cansada…
Tan solo una frase y aun así tan pedida, que sublime suspiro dirás, cuando la noche llegue…
Que encuentro tendrás cuando la calma acaricie tu corazón.
Pero no todo acabara así, se deslizara entre las sombras de un pastizal como una bailarina que danza acariciando la neblina de su alrededor.
Y en los altos unas estrellas observaran cuando tu cuerpo dance como los lirios dormidos de la madrugada.
La escuchas?
Poesía en el viento y tu voz susurrando un nombre incompleto. Una rapsodia para el olvido del alma.
Y yo a lo lejos escribiendo con una melodía en los labios, imaginando tu voz danzar sin más pausas que las que agita tu corazón en un suspiro.
Breve y tan duradero, como el tiempo, como todo a lo que tu fragancia deja cuando tú te vas, una secuela para dormir sin saber porque desperté.
Olvidare tu nombre de nuevo?
Olvidare tu rostro cuando la noche llegue?
Mira al mar recitando para ti un cantico que aúlla las olas cuando la calma es más pura en el corazón.
Mira al huracán susurrar el violín cuando la lágrima enfría el caldero de la ira y la frustración.
Mira las montañas despertar cuando el rugido…
 Cuando mi voz o mi intuición te haya conmovido.
Mira allí dentro de mí, no hay celdas que escondan más que una palabra, una que llevo en ti, solo las manos que conocen tu piel podrán leerlo, lo sabrás…
Sabrás de ellas cuando el aire se me haya ido, y las palabras queden disueltas en la brisa del tiempo.
Y yo como siempre dispuesto abriré el portal para dejarte pasar, sin más que una caricia de tu mirar.
Un buen final para un dolor no correspondido. Para una solitaria luz que trata de alcanzar las nubes del paraíso…
Como podre fallar esta vez, si toda la orquesta me escucha a mí, si toda la creación me ha puesto sobre ti. Y sobre la montaña más alta.
Una camisa de fuerza para no soñar. Una pausa para no odiar. El sin sentido de estas cosas. El frio silencio de vivir, sin poder tocar el aire que iluminas.
Y volverá la lluvia a caer y los páramos se llenaran y el aire se me agitara y esas gotas se volverán trinos y canticos para dormir el corazón y las manos sobre el piano se perderán en una melodía de tonos bajos de lamentos que solo el tiempo interpretara como un olvido en esa soledad…

                                                                                              x W.M.