Lluvia
y soledad
Y
aun sin esperanzas la pequeña luz se alza a lo lejos desde el infinito, como
volando para alcanzar una de esas nubes que no dibujaron nunca el paraíso.
Tan
solo un esbozo de su silueta en los ojos del recuerdo, una maravilla para el
ensueño de su mente cansada…
Tan
solo una frase y aun así tan pedida, que sublime suspiro dirás, cuando la noche
llegue…
Que
encuentro tendrás cuando la calma acaricie tu corazón.
Pero
no todo acabara así, se deslizara entre las sombras de un pastizal como una bailarina
que danza acariciando la neblina de su alrededor.
Y
en los altos unas estrellas observaran cuando tu cuerpo dance como los lirios
dormidos de la madrugada.
La
escuchas?
Poesía
en el viento y tu voz susurrando un nombre incompleto. Una rapsodia para el
olvido del alma.
Y
yo a lo lejos escribiendo con una melodía en los labios, imaginando tu voz
danzar sin más pausas que las que agita tu corazón en un suspiro.
Breve
y tan duradero, como el tiempo, como todo a lo que tu fragancia deja cuando tú
te vas, una secuela para dormir sin saber porque desperté.
Olvidare
tu nombre de nuevo?
Olvidare
tu rostro cuando la noche llegue?
Mira
al mar recitando para ti un cantico que aúlla las olas cuando la calma es más
pura en el corazón.
Mira
al huracán susurrar el violín cuando la lágrima enfría el caldero de la ira y
la frustración.
Mira
las montañas despertar cuando el rugido…
Cuando mi voz o mi intuición te haya
conmovido.
Mira
allí dentro de mí, no hay celdas que escondan más que una palabra, una que
llevo en ti, solo las manos que conocen tu piel podrán leerlo, lo sabrás…
Sabrás
de ellas cuando el aire se me haya ido, y las palabras queden disueltas en la
brisa del tiempo.
Y
yo como siempre dispuesto abriré el portal para dejarte pasar, sin más que una
caricia de tu mirar.
Un
buen final para un dolor no correspondido. Para una solitaria luz que trata de
alcanzar las nubes del paraíso…
Como
podre fallar esta vez, si toda la orquesta me escucha a mí, si toda la creación
me ha puesto sobre ti. Y sobre la montaña más alta.
Una
camisa de fuerza para no soñar. Una pausa para no odiar. El sin sentido de
estas cosas. El frio silencio de vivir, sin poder tocar el aire que iluminas.
Y
volverá la lluvia a caer y los páramos se llenaran y el aire se me agitara y
esas gotas se volverán trinos y canticos para dormir el corazón y las manos
sobre el piano se perderán en una melodía de tonos bajos de lamentos que solo
el tiempo interpretara como un olvido en esa soledad…
x
W.M.